Lo queramos o no, nuestras vidas en todos los sentidos se van digitalizando cada vez más.
Vivimos en una época a la cual algunos expertos comienzan a denominar “la era de la humanidad asistida”, en donde la tecnología juega una parte muy importante en nuestras decisiones con la finalidad de anticipar riesgos.
Las empresas que logran detectar cómo se está transformando la vida del público hacia la digitalización, y logran llevar sus negocios a esta área, son las que están triunfando. Además que de cierta manera se aseguran un futuro más prometedor.
Un ejemplo es que cada día más personas hacen uso de múltiples aplicaciones como asistentes, previo a tomar una decisión en muchos ámbitos de su vida. Esto incluye aspectos como intentar tener mayor seguridad para entablar relaciones sentimentales.
Tinder es actualmente una de la aplicaciones de citas más populares en el mundo.
Cada día genera millones de "matches" en todo el planeta, y a la par genera una facturación de millones de dólares por su uso.
El logro de esta app fue digitalizar los programas que se utilizaban en antaño para facilitar las relaciones amorosas a través de un programa de intermediación asistida. Dicho en otras palabras, su éxito radicó en llevar al terreno digital lo que antes se realizaba de forma análoga y tradicional.
Por ejemplo, en los años 60 surgió en la Universidad de Stanford el proyecto "Servicios de planificación de familias felices" que se apoyaba en el uso de tests psicológicos procesados en una computadora.
Otro fue "Operation Match" realizado por la Universidad de Harvard en la misma época, el cual tenía un costo de $3 dólares y pedía también a las personas que realizarán un test de perfil psicológico, y posteriormente, a través del correo postal enviaban a los usuarios posibles candidatos para tener una relación.
Así como estos, existieron otros programas como el envío de correo sentimental y las agencias matrimoniales.
La oportunidad para muchas loveApps actuales, incluyendo Tinder, llegó con la popularización del uso del Internet, donde las interacciones sociales de millones de usuarios cambiaron hacia las plataformas digitales, dando pie a que las empresas aseguraran su éxito atendiendo las mismas necesidades de antes, pero ahora a través de nuevas tecnologías.
Lo que podemos concluir es que “el negocio del amor digital" de Tinder frente a lo que se hacía muchos años antes solo radica en que lo han digitalizado, pero en el sentido estricto, el modelo sigue siendo el mismo.
Si una enseñanza nos deja este caso de éxito es que en la actualidad las oportunidades para la gran mayoría de las empresas están en seguir cubriendo las necesidades que existen desde hace tiempo, pero ahora a través de la innovación tecnológica y la digitalización.
Si tú tienes un proyecto que necesita adaptarse a las nuevas demandas del mercado en Internet y necesitas apoyo para hacer que funcione en la era digital, contáctanos aquí. Será un gusto platicar contigo.